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miércoles, 15 de marzo de 2023

Arte y Conflicto.

 

Creo que el arte es un medio de comunicación transversal, es decir, que puede ser utilizado en ámbitos sociales donde el conflicto subyace. Actualmente, se hace una mala praxis en la actividad artística. Para mí una de las causas es circunscribir dicha actividad al ámbito terapéutico solamente. No es menos cierto que la actividad artística es un instrumento sanador, pero el arte tiene muchísimas facetas cuyo denominador común es el conflicto. 

 

El arte está indisolublemente unido al espíritu humano y es un lenguaje universal e interpretativo. El artista con su talento creativo es capaz cincelar los contornos, de la inmensa sombra de lo desconocido que no logramos alcanzar con la razón. De ahí la importancia del arte y del artista en la sociedad. (Proceso artístico del creador)

 

Los profanos del arte pueden, aunque no tengan talento artístico, expresar mediante la simbología su mundo interior para canalizar y solventar las situaciones sociales no patológicas ,pues las emociones interfieren en las relaciones comunicativas que empleamos para construir la realidad material.(Enseñanza de técnicas artísticas para desarrollar la creatividad)

 

Los creadores vamos a contracorriente porque no aceptamos la estética canonizada que predomina en el sistema actual. Los responsables de toda esta situación son las instituciones sociales y artísticas coadyuvantes del aparato mercantilista, que aproximadamente desde la segunda mitad del XX hasta nuestros días ha instaurado en la psique de los ciudadanos el lema “Consume y serás feliz". Todo esto ha derivado en una dictadura democrática, lúdica y perversa donde todo puede valer menoscabando a la misma vez los derechos de los ciudadanos.

 

Así pues, el arte no queda al margen y todo el tinglado que existe actualmente está orquestado por esa cúpula del mal que le interesa distorsionar el verdadero poder de las disciplinas artísticas que es crear nuevas realidades para que el ciudadano sea libre y tenga juicio crítico sobre los cuestionables principios sociales que aboga la comunidad política, social y cultural.

 

Alejandro Aldehuela